Los drones atados, que dependen de un suministro de energía continuo a través de un cable conectado a una unidad de energía terrestre (GPU), se usan ampliamente en aplicaciones como vigilancia, inspección industrial, comunicaciones e investigación. A diferencia de los drones tradicionales que funcionan con baterías, los drones conectados pueden permanecer en el aire durante horas, días o incluso semanas, según la misión, pero ¿cuánta energía consumen realmente?

El consumo de energía de un dron atado varía según algunos factores clave, como el tamaño del dron, su carga útil, las condiciones ambientales y los componentes específicos que requieren energía. Este artículo proporciona una descripción general del consumo de energía en drones conectados, explicando los componentes clave, el uso típico de energía y los factores que afectan las demandas de energía.
1. Componentes principales y desglose del consumo de energía
El consumo de energía de un dron atado se divide en múltiples sistemas, el más importante de los cuales es el sistema de propulsión: los motores y los controladores electrónicos de velocidad (ESC) que permiten al dron flotar y maniobrar. La energía consumida por estos componentes normalmente constituye la mayor parte del consumo de energía. A continuación se muestra un desglose de los principales sistemas y su participación típica en el consumo total de energía:
Sistema de propulsión (motores, ESC): 70–85 % de la potencia total Sistemas de control de vuelo (aviónica, sensores): 5–10 % de la potencia total Carga útil (cámara, cardán, sensores): 5–15 % de la potencia total Sistemas de comunicación (enlace de datos, telemetría): 1–5 % de la potencia total Sistemas de refrigeración (si es necesario): 1–5 % de la potencia total
El sistema de propulsión es, con diferencia, el mayor consumidor de energía porque mantener un vuelo estable y mantenerse estacionario en condiciones climáticas variables requiere un empuje significativo, que a su vez requiere energía continua.
2. ¿Cuánta energía consume un dron atado?
El consumo de energía de un dron atado depende en gran medida del tamaño y peso del dron, así como de la carga útil que lleva (cámaras, sensores u otros equipos). A continuación se ofrece una descripción general del uso típico de energía en diferentes categorías de drones atados:
Mini UAV atado (2 a 5 kg): el consumo de energía suele oscilar entre 0,3 y 0,8 kW. Estos drones se utilizan para vigilancia de corto alcance, monitoreo de multitudes o inspecciones a pequeña escala.
UAV medio atado (5 a 15 kg): estos drones consumen entre 1,0 y 2,5 kW, según la carga útil y las condiciones de vuelo. Se utilizan para inspecciones industriales, seguimiento del tráfico y vigilancia de mediano alcance.
UAV atado de servicio pesado (15 a 30 kg): el consumo de energía suele ser de 3,0 a 6,0 kW, con mayores capacidades de carga útil para aplicaciones como relés de telecomunicaciones, vigilancia de defensa y monitoreo de largo alcance.
Plataformas industriales/de defensa (más de 30 kg): los drones más grandes diseñados para aplicaciones de alta potencia y carga pesada pueden consumir entre 6,0 y 12,0 kW o más. Estos se utilizan en misiones persistentes de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR), así como en centros de comunicaciones.
Ejemplo:
Por ejemplo, un dron atado de 10 kg utilizado para vigilancia podría consumir alrededor de 1,5 kW de potencia continua. Si el dron funciona durante 8 horas, consumirá aproximadamente 12 kWh de energía.
12 kWh equivalen aproximadamente a:
La energía que consume un refrigerador típico durante una semana. Hacer funcionar un aire acondicionado de 1,5 toneladas durante aproximadamente 4 horas.
A pesar del consumo de energía relativamente alto, los drones conectados siguen siendo muy eficientes energéticamente en comparación con los aviones tradicionales propulsados por combustible o incluso con los drones que requieren cambio de batería.
3. Factores que afectan el consumo de energía
Varios factores influyen en la cantidad de energía que realmente utiliza un dron atado durante el vuelo. Estos incluyen:
Peso y carga útil del dron: los drones más pesados requieren más potencia para generar sustentación. Cada kilogramo adicional puede agregar aproximadamente entre 30 y 70 W de demanda de energía, dependiendo de la eficiencia del motor y del rotor.
Eficiencia del rotor: el tamaño y la eficiencia de los rotores afectan el uso de energía. Los rotores más grandes y de giro más lento son generalmente más eficientes que los rotores más pequeños y de altas RPM, lo que reduce el consumo de energía. El uso de hélices de paso variable o motores sin escobillas de alta eficiencia puede suponer un ahorro de energía del 10 al 20 %.
Condiciones ambientales: el viento, el clima y la altitud afectan el consumo de energía. Por ejemplo, volar con vientos fuertes o aire turbulento requiere más potencia para mantener la estabilidad. De manera similar, operar en altitudes elevadas donde el aire es más fino aumenta la demanda de los motores, lo que provoca un aumento en el consumo de energía del 5 al 15 %.
Resistencia de la atadura: El propio cable de atadura introduce resistencia y puede causar pérdidas de energía, especialmente en largas distancias. Las pérdidas de energía suelen oscilar entre el 2 y el 8%, según el tipo de cable y el voltaje utilizado para transmitir energía. Los voltajes más altos (por ejemplo, 400 a 600 V) pueden minimizar estas pérdidas al reducir la corriente.
4. Suministro de energía CA versus CC: consideraciones de eficiencia
El tipo de suministro de energía desde la unidad de energía terrestre (GPU), ya sea CA (corriente alterna) o CC (corriente continua), también afecta la eficiencia general del sistema.
Transmisión de CC: la alimentación de CC se utiliza normalmente para configuraciones móviles o de menor alcance. La CC es más eficiente cuando se transmite energía a distancias más cortas porque no requiere conversión por parte del dron. Sin embargo, la transmisión de CC de largo alcance puede sufrir mayores pérdidas a menos que se utilice CC de alto voltaje, lo que requiere sistemas más complejos para la regulación de voltaje.
Transmisión de CA: la energía de CA se utiliza a menudo para ataduras más largas, ya que puede transmitirse de manera eficiente a distancias mayores, lo que reduce las pérdidas de energía. La energía debe convertirse a CC a bordo del dron, lo que añade complejidad pero permite el uso de correas livianas.
Para operaciones de larga distancia (más de 100 metros), a menudo se prefiere la transmisión de CA a alto voltaje (por ejemplo, 400 a 600 V) para minimizar las pérdidas de resistencia del cable y garantizar que llegue suficiente energía al dron.
5. Eficiencia y sostenibilidad de los drones atados
Los drones atados, cuando funcionan con fuentes de energía renovables como la solar o la eólica, ofrecen una solución muy sostenible para las operaciones aéreas. Su consumo de energía es significativamente menor que el de las plataformas aéreas tradicionales alimentadas por combustible:
Un helicóptero puede consumir alrededor de 150 litros de combustible por hora, aproximadamente el equivalente a 1.500 kWh de energía eléctrica. Sin embargo, un dron conectado puede consumir sólo entre 1 y 6 kWh por hora, lo que lo hace más eficiente energéticamente en un 99% más que un avión tripulado.
Además, los drones conectados alimentados por paneles solares o sistemas de energía híbridos se pueden utilizar para un seguimiento continuo, reduciendo la huella de carbono y convirtiéndolos en una opción sostenible para aplicaciones como el seguimiento medioambiental, los estudios agrícolas y la vigilancia de áreas remotas.
6. Optimización del uso de energía en drones atados
Para maximizar la eficiencia energética de los drones atados:
Elija motores eficientes y rotores de gran diámetro para una mejor relación elevación-potencia. Reduzca el peso de la carga útil innecesaria para minimizar las demandas de energía adicionales. Utilice transmisión de CC de alto voltaje y baja corriente para reducir la pérdida de energía a través de la correa. Implemente controles de vuelo adaptativos para optimizar el uso de energía en función de las condiciones en tiempo real. Opere en condiciones climáticas más tranquilas para reducir el uso de energía para compensar contra el viento o las turbulencias.
Conclusión: consumo de energía en contexto
Los drones atados proporcionan una resistencia de vuelo ilimitada al extraer energía continua del suelo. Su consumo de energía depende en gran medida de su tamaño, carga útil y condiciones operativas, pero incluso los drones grandes que consumen entre 3 y 6 kW por hora son significativamente más eficientes energéticamente que los aviones tradicionales propulsados por combustible.
En el contexto de vigilancia, inspección o comunicación persistente, el consumo de energía de los UAV conectados es mínimo en comparación con las horas operativas potenciales que pueden alcanzar, lo que los convierte en una solución rentable y sostenible para diversas industrias.
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